Flanagan se enfrenta a Mateo, el chico más peligroso del instituto y huye a a casa de su amiga Nines. La policía cree que Mateo robó una gasolinera y por eso desaparece. Pero Flanagan no cree que sea así y por eso decide ayudar a Mateo. Gracias a su novia, Eva, descubre que Mateo está escondido en las ruinas de una fábrica abandonada. Cuando van allí a hablar con él se encuentran con un hombre que intenta matarlo. Ven que Mateo no está seguro en ese lugar y lo esconden en un piso de Nines. Cuando charlan con él descubren que su padre lo maltrataba de pequeño y que su madre los abandonó. Por eso Flanagan redobla sus esfuerzos por ayudarle. Investiga por el caso y se entera de que Mateo no atracó la gasolinera, sino a un político que para vengarse de él se inventó lo del robo. Mientras tanto el hombre que quería matarlo se pasea por ahí intentando descubrir dónde está. En una fiesta Mateo los llama muy nervioso exclamándoles que no vayan al piso. Como quieren protegerlo, van a ver lo que pasa y se encuentran a Mateo encañonado por la pistola de un sicario que su padre contrató y al mismo padre al que llamaban Perroviejo. Perroviejo le dice al sicario que dentro de una hora los mate, que él tiene que hacer una cosa. Pero cuando se fue lo atacaron por sorpresa y huyeron. Nines le cuenta a Flanagan que Mateo le dijo que su padre mató a su madre y dónde estaba enterrada. Fueron hasta allí junto con policías amigos suyos y encontraron a Perroviejo desenterrando el cadáver de su mujer para que no lo encontraran. La policía lo detuvo y Mateo se fue a vivir su vida. Me ha gustado mucho porque al final se hace justicia y Mateo no vuelve a ser agredido.
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