Esta novela policiaca es muy emocionante porque a Flanagan, el protagonista, le ocurren infinidad de aventuras. Mientras investiga el caso de la desaparición de Alí, un muchacho magrebí,tiene problemas con su novia Nines gracias a una chica muy pija llamada Carla Buckingham. Cuando asesinan a uno de los que parecen estar implicados en un robo relacionado con la desaparición, todo se complica. Además de todos esos problemas, unos amigos pijos de Nines intentan asesinarlo por habérsela llevado él, y no ellos. En fin que, Flanagan, como siempre, consigue resolverlo todo. Parece ser que el padre de Alí, Omar, había discutido con unos hombres. Estos para vengarse robaron en una tienda de ultramarinos y lo inculparon a él. Pero en la tienda había algo que ellos no esperaban: unas joyas robadas. Este botín es muy difícil de vender y no saben qué hacer con ellas. Matan a Omar una noche en que se emborracharon pero siguen con la mente en blanco. Hasta que uno de ellos es asesinado por el dueño de la tienda que robaron para que no diga que tenía joyas robadas y el otro comprende que el siguiente es él y desaparece. Alí se mezcla con una banda de la calle porque había visto cómo mataban a su padre y tenía miedo de que lo asesinaran a él también. Flanagan encuentra al ladrón intentando matar a Alí y le salva. El ladrón escapa y Flanagan arregla las cosas con Nines. A mí esta novela me ha parecido, como ya he dicho antes, muy emocionante y además muy amena porque cuenta las cosas con una naturalidad increíble.
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