Laura es una chica normal. No conoce a sus padres porque su madre murió en el parto y su padre no quería saber nada de ella, por eso vive con su tía en Madrid. Un día cuando salía de clase y estaba poniéndose los patines, un hombre flacucho la empujó hasta... ¡Lugo de 1979! No sabe qué hace allí pero conoce a sus padres y a todos sus amigos de jóvenes. Cae en la cuenta de que si impide que su madre se quede embarazada de ella, en el futuro seguiría viva. Lo intentó por todos los medios sin importarle los daños que podía causar a su propia existencia. Pero fracasó y fue concebida. Se volvió a encontrar con el flacucho y la llevó dos meses después, pero a Gijón. Allí estaban sus padres de nuevo y se alegraron mucho de verla. Laura pensó que si convencía a su madre de que abortara todavía tenía esperanza. A pesar de todos sus esfuerzos, su madre no cambiaba de opinión. Laura se esforzaba por no dormirse porque sabía que si lo hacía el flacucho volvería y la llevaría a su tiempo. Se hizo una fotos con sus padres para tener una foto de familia. Seguía intentando salvar la vida de su madre pero no se dejó. Al final el sueño la venció y cuando se despertó estaba de nuevo en Madrid en el presente. Se encontró con el flacucho y le preguntó quien era, a lo que él contestó que Papá Nöel. Laura se quedó muy sorprendida pero también muy feliz de haber conocido a su madre. Me ha gustado mucho el libro porque tiene mucha acción, aunque lo de Papá Nöel me ha chocado un poco.
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