Al protagonista lo han despedido y piensa que es una oportunidad de relajarse por unos días, leyendo y descansando. No le gusta el teléfono y no dejan de llamarle las compañías de teléfonos, gente que se ha equivocado, etc. Cuando un anuncio de mensajeros de la guía telefónica pone su número por error, las llamadas de personas que quieren que lleve objetos a distintos lugares no cesan. Hace todo lo posible para que se corrige el error, pero no se puede. Como está cansado de quedarse en casa, empieza a realizar algunos de los encargos que le mandan, incluso pone algunos empleados. Piensa seguir con el negocio a pesar de los intentos de sabotaje de Villalba, el director de la verdadera empresa de mensajeros.
Me ha gustado el libro porque a un hombre que nada le importaba, al final la pequeña empresa que forma se hace lo más importante de su vida.
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