Carla está viviendo un momento muy duro porque han metido a Diego, su novio, en la cárcel por ser el asesinato de una chica llamada Gabi. Fue a verlo a la celda y le dijo que sí, que estaba con ella pero que no la mató. Carla decide investigar el caso y demostrar que él no la mató (cosa muy difícil porque todas las pruebas indican que fue él). Hace preguntas a los que estuvieron con ellos aquella noche. Todos coincidían en algo: Gabi y ella se parecían muchísimo. Atando cabos llega a la conclusión de que fue la exnovia de Diego la que la mató confundiéndola con ella misma. Pudo entrar porque tenía la llave de su piso. Cuando Diego sale de la cárcel Carla rompe con él porque estaba con otra chica. Me ha gustado este libro porque es un caso que se suponía cerrado, pero que, con fuerza de voluntad, Carla descubrió al verdadero culpable.
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